La mirada siempre está más allá de la frontera. Sea que se produzcan 10 millones de litros de vino, 100.000 litros, 80.000 botellas o sólo 2.000 por año. En la industria del vino las exportaciones crecen pero es a las bodegas más chicas a las que siempre les resulta más difícil plantar bandera en el mundo.
Esta es la entrada de un artículo publicado en El Cronista sobre las acciones que se llevan desde la Corporación Vitivínicola Argentina (COVIAR) para lograr que más pyme vitivinícolas logren sumarse a las exportaciones que lideran las principales bodegas del país.
La palabra de estas pequeñas bodegas puede leerse desde acá